Cuando Tobías
tenía 21 años tuvo que ir al ejército. Le dieron su uniforme y su fusil y le
enseñaron a hacer la instrucción. Esta no era muy difícil, pero Tobías se
equivocaba siempre. Cuando tenía que ir a la derecha, se dirigía a la
izquierda, y cuando tenía que dar media vuelta, seguía andando en línea recta.
Por eso, Tobías estaba casi siempre castigado fregando los platos y las
calderas en la cocina.
Un domingo
Tobías paseaba por la calle de la ciudad y pasó junto al capitán sin hacerle el
saludo militar. Este, enfadado, le dijo:
- ¿Cómo es
que no me saludas? ¿Es que ni siquiera conoces las estrellas de capitán?
- Conocerlas,
claro que las conozco- respondió muy tranquilo Tobías-; pero como ayer me gritó
y me castigó usted por hacer mal la instrucción, pensé que aún estaría enfadado
conmigo.
1.
¿Dónde estaba Tobías a los 21 años?
2.
¿Por dónde paseaba?
3.
¿Junto a quién pasó Tobías?
4.
¿Qué hizo?
5.
¿Cómo reaccionó el capitán?
6.
¿Qué le dijo el capitán?
7.
¿Para qué sirven las estrellas en el ejército?
8.
¿Qué contestó el soldado Tobías?
9.
¿Que había pasado el día anterior?
In: DURÁN, Juan. Narraciones españolas: nivel superior.
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